domingo, 4 de diciembre de 2011

La realidad no existe

Es una de las frases que más controversias generan en clase: La realidad no existe. Y sospecho que no es porque vivamos en una cultura materialista donde lo que no puedo comprar no existe, que también, si no porque es una premisa que nos carga de responsabilidad personal. ¿Dices que esa mesa no existe?, eso digo, existe tu mesa, mi mesa… vivimos en un Mundo lleno de Mundos.

Eso implica que podemos manejar la realidad a nuestro antojo. Que puede convertirse en lo que nosotros queramos que sea y, de la misma forma, también podemos cambiar la realidad de los demás. Como esto último rezuma a Goebbels lo dejaré para otro día. Intentaré aplicar lo primero a la ofensa.

Muchas personas no han sabido aprender a defenderse contra las ofensas que se les presentan y parecen vivir en un estado de perpetua propensión a sentirse ofendidos. Da la impresión de que muchas de ellas carecen por completo de sentido del humor. Experimentan un malestar continuo y en lugar de sentirse felices, quieren que las personas felices compartan su malestar. Ahí va el reto:

Dime, ¿cuántas veces al día te sientes ofendido? Bien, ahora lee esto:

Un día Von Karajan caminaba con brío por una calle céntrica de una ciudad y otro hombre caminaba con el mismo brío por una calle que cortaba. Iban rumbo a una colisión, pero no lo veían porque un enorme edificio de oficinas situado en la esquina impedía la visión. Literalmente chocaron en la esquina y ambos se sobresaltaron por el choque y la sorpresa del mismo.

-¡Imbécil¡- le gritó el hombre a Von Karajan

Von Karajan se limitó a quitarse el sombrero a modo de saludo y respondió:

-Von Karajan-.

¿Has sonreído? Ahora vuelve a la respuesta anterior. Piensa en cuántas de esas veces que te ofendes podrías haber devuelto una sonrisa. En todo caso, con tanta libertad para crear nuestra propia realidad, no tienes demasiadas excusas para sentirte ofendido. Las personas que son capaces de reírse de sí mismas, y hacer reír a otras, no sólo son más felices en general, sino que también son mucho más difíciles de ofender.

Sonríe siempre que tengas oportunidad, siempre tienes esa oportunidad. De eso se trata, piénsalo.


P.D. Baudelaire te diría que el infierno está pavimentado de buenas intenciones pero, ese, era su Mundo J
 

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