jueves, 2 de enero de 2014

Vade retro 2013


Se fue. Por fin. En lugar de 12 parecieron 20 meses de largo que se nos hizo. Pero claro, qué podíamos esperar de un dos mil….trece. Y digo yo: a ver si el 2013 no ha sido tan malo y el 2014 no va a ser tan bueno como nos prometemos. Y digo más: no sea que al 13 por ser 13 le hemos mirado con peor ojo.

Volvemos a lo de siempre, no estamos hechos sólo de partículas de los océanos primitivos, sino también de sueños, deseos, fantasías y supersticiones. Nos pusimos lencería roja, comimos doce uvas y brindamos con oro en las copas. Los rituales y las supersticiones son actos no totalmente racionales con una finalidad: manipular de alguna manera el futuro.

Aceptémoslo: nuestro mundo cambia a un ritmo asombrosamente acelerado. La tecnología avanza a velocidades jamás imaginables, el poder económico global sufre cambios sísmicos de la noche a la mañana y, hasta caminamos y hablamos más rápido. Estos cambios han traído consigo más incertidumbre. La ciencia ha demostrado una relación entre la superstición y los rituales y la necesidad de control en un mundo turbulento.

Bruce Hood, profesor de psicología experimental de la Universidad de Bristol, demostró este argumento en un discurso pronunciado en Norwich durante el Festival de la Asociación Británica de Ciencias. Delante de un auditorio lleno de científicos, Hood mostró un suéter azul y ofreció diez libras esterlinas a cualquier persona que quisiera ponérselo. Muchas manos se alzaron en el salón. Después, Hood les dijo a los presentes que el suéter había pertenecido a Fred West, un asesino en serie quien, al parecer, había asesinado brutalmente a doce mujeres jóvenes y también a su esposa. Prácticamente todos bajaron las manos, salvo unos cuantos. Y cuando, finalmente, los pocos voluntarios restantes finalmente se probaron el suéter, Hood observó que los demás miembros del auditorio se apartaban de ellos. Hood después confesó que la prenda no había pertenecido a Fred West, pero eso no tenía importancia. La simple noción de que el suéter había pertenecido al asesino fue suficiente para que los científicos evitaran el contacto. Era “como si el mal, una postura moral definida por la cultura, se hubiera manifestado físicamente dentro de la prenda”, dijo Hood. Racionalmente o no, les atribuimos poderes semejantes a objetos tales como las monedas de la suerte, las alianzas matrimoniales, etc. La mayoría de los rituales y conductas supersticiosas están tan arraigados en la cultura y en la vida cotidiana que muchas veces ni siquiera pensamos por qué incurrimos en ellos.

Tomemos el ejemplo del miedo al número 13. A principios de 2007, en respuesta a un sinnúmero de quejas de los clientes, Brussels Airlines modifícó su logotipo para agregar un punto más a los trece que tenía. Si quieres sentarte en la fila nº 13 en un vuelo de Air France, KLM, Iberia, etc, tendrás mala suerte porque, sencillamente, no existe. Igual que las cadenas de hoteles pasan de la planta 12 a la 14. El álbum musical Room for Squares, del compositor y cantante norteamericano John Mayer, consta de 14 pistas, aunque la 13ª es de 0,2 segundos de silencio y no aparece en la carátula del álbum. El álbum Alivio de luto, de Joaquín Sabina, tampoco presenta este número: después de la pista número doce viene la pista "+uno". En los Estados Unidos, nunca ha existido un caza denominado F-13. Por su parte, Renault ha contado a lo largo de su historia, con una serie de modelos numerados. Desde el Renault 3 al Renault 25, existen modelos con todos los números excepto con el 13 y, como todo el mundo sabe Ángel Nieto fue campeón del mundo de motociclismo en 13 ocasiones, pero él siempre se refiere a que lo fue en 12+1 ocasiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario